Diferencias entre chlorella y spirulina
Tanto la chlorella como la espirulina aportan ácidos grasos poliinsaturados en proporciones diferentes y complementarias. La chlorella contiene altos niveles de ácidos grasos omega-3 (como los que se encuentran en las semillas de lino), mientras que la espirulina contiene ácidos grasos omega-6.
La chlorella contiene clorofila, un potente antioxidante, especial para desintoxicar el organismo y estimular la actividad hepática.
Como la membrana celular de la chlorella contiene fibras no asimilables (del 16 al 20%), la chlorella será preferida por quienes deseen reequilibrar o estimular su tránsito intestinal. Como la espirulina no tiene membrana celulósica, se digerirá más fácilmente que la chlorella y será preferida por los deportistas; además, la espirulina ayuda a luchar contra la fatiga muscular y a devolver la energía y la vitalidad.
La absorción del hierro contenido en la chlorella y la espirulina es al menos 5 veces más eficaz que la de la carne. Tres gramos de chlorella o cinco gramos de espirulina aportan entre 4 y 5 mg de hierro bioasimilable y corresponden aproximadamente al 50% de la ingesta diaria recomendada para las personas mayores de 50 años.
Se prefiere la chlorella por su mejor aporte de hierro. La chlorella contiene B12, 100% bioasimilable y activa en comparación con la espirulina que también contiene B12 p.c. parcialmente asimilable considerada como análoga y por tanto menos activa para el ser humano. (2)
La espirulina es rica en ficocianina: un pigmento azul verdoso poco común, inmunoestimulante y potente antioxidante. La espirulina es más rica en carotenoides, de ahí su efecto protector esencial para mantener una buena salud y proteger las células de los efectos del envejecimiento. En estudios recientes, los carotenoides también han sido identificados como protectores primarios del sistema cardiovascular. Además, investigadores chinos han demostrado que la ficocianina, un pigmento proteico respiratorio exclusivo de la espirulina, interviene en la médula ósea estimulando la evolución y la diferenciación de las células madre de linaje rojo y blanco.
Una muestra de voluntarios ligeramente hipertensos consumió chlorella durante dos meses y observó una disminución y estabilización de su presión arterial, así como una reducción del colesterol LDL ("malo"). (4)
1. Dietary Reference Intakes for Vitamin C, Vitamin E, Selenium and Carotenoids, 2000. Food and Nutrition Board, Institute of Medicine.
2. Watanabe 1999, 2007.
3. Zhang et al - Effects of polysaccharide and phycocyanin from spirulina on peripheral blood and hematopoietic system of bone marrow in mice, Proc. of Second Asia pacific conf. on algal biotech, Univ. of Malaysia, 1994.
4. Merchant et al - Nutritional supplementation with chlorella p for mild to moderate hypertension, J. Med. Food, 2002, 5(3):141-52